Ambiente cálido y relajante. Mirando respetar al máximo los elementos constructivos existentes: piedra, madera y baldosa hidráulica se hizo una distribución a medida de las necesidades. Un espacio cálido y funcional donde los techos acústicos ayudan a mantener la intimidad entre las estancias.
«Uno de los principales retos de este proyecto fue solucionar la entrada de luz ya la vez mantener la intimidad y el silencio de la zona de tratamiento, para ello diseñamos un patio interior con unas jardineras de acero corten alrededor de un limonero.
Todas las salas tienen luz directa natural a través de este lucernario interior. Para el suelo optamos por hormigón pulido, un acabado continuo que evoca los antiguos pavimentos enlucidos muy utilizados en la zona que combinado con baldosas acústicas recuperadas de la misma vivienda imprime un carácter único. Para las paredes decidimos mantener los acabados de piedra, ladrillo cerámico existente y el resto se panelo con madera de Okume ocultando así las puertas de acceso a las diferentes estancias. «
Para la recepción se diseñó todo el mobiliario con plancha de hierro plegada así como la mesa de centro Hidràulica».